39 1[181] Merodaj-Baladan el hijo de Baladan, rey de Bavel, oyó que Hizkiyah había estado enfermo y se había recuperado, entonces mandó una carta y un regalo a él. 2 Hizkiyah estaba complacido con los regalos y mostró a los mensajeros todo el edificio donde guardaba sus tesoros, incluyendo la plata, el oro, especias y preciosos aceites; también todo el edificio donde guardaba el armamento; y todo en su tesoro – no hubo nada en su palacio o en su dominio completo que Hizkiyah no les mostrara. 3 Entonces Yeshayah el profeta vino al rey Hizkiyah, y le preguntó: "¿Qué es lo que estos hombres dijeron? ¿De dónde vinieron?" Hizkiyah respondió: "Ellos vinieron a mí de un país distante, Bavel." 4 Yeshayah preguntó: "¿Qué han visto en tu palacio?" "Ellos han visto todo en mi palacio," dijo Hizkiyah. "No hay ni una cosa entre mis tesoros que no les haya mostrado." 5 Yeshayah dijo a Hizkiyah: "Oye lo que YAHWEH-Elohim Tzevaot dice: 6 'El día vendrá cuando todo en tu palacio, junto con todo lo que atesoraron tus padres hasta hoy, será llevado a Bavel. Nada será dejado,' dice YAHWEH. 7 Ellos se llevarán algunos de tu zera, tus propios hijos; y serán hechos eunucos sirviendo en el palacio del rey de Bavel.' 8 Hizkiyah dijo a Yeshayah: "La palabra de YAHWEH que me ha acabado de decir es buena"; porque él pensó: "Por lo menos el Shalom y la estabilidad continuarán durante mi vida."[ 182]